Nightmare Alley

La evolución del monstruo

Hemos visto a Guillermo del Toro crear monstruos oscuros en los que al final descubrimos su corazón noble, esta vez en Nightmare Alley el monstruo es un hombre humano con traumas que lo llevan a actuar de manera muy oscura.

Para Guillermo del Toro todo está en función de representar a personajes sin esperanza, centrándose esta vez en las personas que trabajan en una feria itinerante y que pueden ser físicamente heridas para sacar provecho de sus talentos siendo fenómenos.

Stan, interpretado por Bradley Cooper saca provecho a su talento adquirido como adivino y con esfuerzo logra salir del circo para dedicarse a hacer su propio show, de una forma mucho más sofisticada donde ya no es adivino si no “mentalista” sin embargo, se aprovecha de la situación de poder, a pesar de que es prevenido por su novia (Rooney Mara) y sus amigos, compañeros del circo, en muchas ocasiones para evitar arruinar a aquellos que buscan su ayuda desesperadamente, sin embargo su ambición lo lleva a cometer actos de un criminal sin llegar a sentir ningún pudor para salvarse a sí mismo.

Sí como los gitanos usaron el poder para descifrar los anhelos o necesidades más profundas a partir de lo que logras captar de la otra persona, el talento de los adivinos, como lo muestra la época en que la película se sitúa viene de muchos años atrás.

En la película llega una psicoanalista muy elegante, inevitablemente interpretada por Cate Blanchet, es muy interesante como un adivino y un psicoanalista pueden relacionarse, pues el método puede llegar a ser similar, indagar en las necesidades de las personas con los detalles dados por el paciente para descifrar las emociones y actitudes del paciente o voluntario del show.

Bradley Cooper hace una gran interpretación como Stan, que comienza su camino desde abajo pero enérgico en busca de un refugio y termina de la misma forma, buscando de nuevo refugio en un circo, pero resignado a su verdadera esencia, el personaje comienza en miseria y termina igual, no teniendo un arco de transformación al éxito o ascenso, pero termina demostrando un cambio en su personalidad entendiéndose a sí mismo, pues durante todo el recorrido del camino se le presenta recordando su pasado y dudando de la moral en sus actos.